“Hijos de hombres, ¿hasta cuándo cambiaréis mi honra en deshonra? ¿Hasta cuándo amaréis la vanidad y buscaréis la mentira?” (Salmo 4:2)
Dios también se indignó al ver a sus hijos conformarse con una vida mediocre, prefiriendo seguir el camino de la sociedad en la moda, la música y todo tipo de diversión antes que caminar tras las pisadas del Maestro, quien dio su vida por el sufrido pecador.