EL SEGUNDO
MANDAMIENTO
Éxodo 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el
cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Éxodo 20:5 No
te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo, Señor tu Dios, soy Dios
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen.
Imágenes: En esta prohibición están incluidos los ídolos, imágenes y
muñecos de oro, plata, yeso, etc. que se encuentran en los templos católicos.
Este mandamiento trata con la adoración de Dios a través de las imágenes. El
texto dice: “No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás”. Es
importante señalar que este mandamiento no prohíbe el arte, la pintura o la
escultura, sino que prohíbe el uso de imágenes religiosas en la adoración de
Dios.
Vamos
a dar cuatro respuestas:
En primer lugar, Dios
prohíbe cualquier intento de hacer una imagen o una representación visible de
El, porque no es posible hacer una imagen verdadera de El; nada es capaz de
representarlo. La naturaleza y el carácter de Dios no pueden ser representados por
medio de ninguna imagen. En otras palabras, Dios como Espíritu, no tiene
ninguna semejanza a las cosas materiales de este mundo. Cristo dijo en Juan.4:24, “Dios es
espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.
En
segundo lugar, Dios
prohíbe las imágenes porque enseñan mentiras. Cada imagen o representación de
Dios no es sólo una mentira acerca de El, sino que también enseña mentiras
acerca de El. Las imágenes no solo sugieren ideas falsas acerca de Dios, sino que
imprimen en la mente humana errores de todo tipo respecto a su carácter y su
voluntad. En Romanos capítulo 1 el
apóstol Pablo explica cómo los idólatras cambian la verdad de Dios por una
mentira (1:25). Habacuc 2:18 dice lo mismo: “¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de
fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el
hacedor en su obra?” Cada ídolo o imagen enseña mentiras porque representa a Dios
en una manera falsa y así le blasfema. Cualquier persona que piense debe darse
cuenta de que Dios como un ser vivo, eterno, infinito y personal, no puede ser
representado por un pedazo de madera o yeso. Las imágenes mienten porque
pretenden representar a Dios cuando en realidad no lo hacen.
En tercer
lugar, Dios prohíbe las
imágenes porque destruyen la naturaleza verdadera de la adoración. La
naturaleza misma de la adoración excluye el uso de imágenes ¿Por qué? Porque
Dios quiere que se postren ante El y no ante una imagen. Dios quiere que le
adoremos con todo nuestro corazón; quiere la veneración que viene del alma y
del espíritu, no un rito externo que no es más que el movimiento de nuestros
labios o nuestro cuerpo. Millones de personas se han acercado a un ídolo y se
han inclinado ante él; sin embargo, estas mismas personas jamás se han
inclinado ante el Dios verdadero, ni tampoco se someterán a El.
El cuarto
motivo por el cual Dios prohíbe las imágenes es porque
destruyen la naturaleza verdadera de la fe. La verdadera fe cristiana está
basada en la revelación que Dios nos ha dado de sí mismo en su palabra escrita.
Dios se ha manifestado no por medio de una imagen, sino por medio de un libro y
por medio de una persona. El libro es la Biblia y la persona es el Señor
Jesucristo.
La idolatría y la ira de Dios:
Todas las personas que adoran ídolos o que
respetan las imágenes religiosas en cualquier sentido son señaladas por Dios
como los objetos especiales de su ira y su castigo.
Dios dice en Deuteronomio.7:10 “Y que da
el pago en su cara al que le aborrece, destruyéndolo: ni lo dilatará al que le
odia, en su cara le dará el pago”.