viernes, 10 de junio de 2011

Ananias y Safira

Ananias y Safira
Contare una historia, la cual es real, y yo mismo me vi involucrado en esta situación.
Una vez teniendo cierta cantidad de dinero, como para invertir en una empresa para poder realizar un trabajo naval de pintura lo preste y además quedamos de común acuerdo formar una asociación empresarial para realizar este trabajo.
Yo habiendo dejado en claro que respetaran todos los términos con respecto a Dios, ya que soy hombre de Dios, soy un pecador como cualquier otro pero esto no significa que vivo para pecar sino que me desvelo por no hacerlo, arrepintiéndome cada día de mi vida por las faltas cometida antes nuestro Señor Jesús, el cual tiene gran misericordia y lava nuestro pecados.
El trabajo se dividió de común acuerdo de la siguiente forma:
1- Él realizaría la contratación del personal y estaría trabajando junto con los empleados y yo ejecutaría la parte administrativa corroborando que trabajaran. Las cosas estaban bien encaminadas la Sra. muy evangélica  el hombre de mundo (esposo).
Hable con la Sra. (estando él esposo presente) deje en claro que no deberían  manejarse en forma descuidada por que el Dios que conocemos daría cuenta de todo si aconteciera algo que no agrada ejemplo cuentas claras.
Acordamos dividir ganancias y pérdidas en partes iguales.
2- Conseguimos un trabajo importante para arenado y pintado de un buque se pacto con la empresa que se lo entregaríamos en un mes pues el trabajo fue arduo hubo algunos contratiempos pero dado que el trabajo se realizo en forma de rotación el buque fue dejado despintado en una semana y listo para ser pintado.
Se había adelantado en forma muy rápida así que ya se puso en marcha el pintado y estaría listo en 15 días.
En esto días la Sra. Evangélica  me devuelve la plata que yo había prestado para poder comprar combustible para el compresor que se utilizaba para pintar un equipo grande con mucha potencia, se había acordado con la empresa que se abonaría al finalizar la tarea, pero los dueños estaban sorprendidos por el avance del trabajo, que tuvieron cierta amabilidades y nosotros estábamos escasos de dinero como para poder realizar el trabajo así esta gente financio en parte las compra de arena granalla.
3- Las cosas cambiaron a partir del día que me devuelve el dinero, algo dentro de mi me empujaba a preguntar de donde sacaron el dinero, (sabia que ellos tenían una deuda a cobrar y yo pensé que era eso así que por eso no me preocupaba), aconteció que me dijo la Sra. Evangélica: “nos pagaron el buque por adelantado completo y por eso te devolví el dinero” esto mejo de helado eso no había sido lo que habíamos arreglado.
A la tarde del mismo día me llama la Sra. Evangélica  desesperada diciendo que la marido lo habían llevado preso, para mi asombro, me pregunte yo como terminaríamos el trabajo que ya estaba por ser concluido. Él llevaba la parte pesada (el marido) y yo la parte administrativa, nada que ver con la pintura.
Yo reclame a Dios por este acto ¿que porque él había permitido, que lo habían metido preso? Ayune lei la Biblia buscando el porque de la cuestión y así fue que aconteció que tuve la aclaración, en Malaquías 3-  8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 
En aquel momento puse rodilla en tierra y me arrepentí de haber juzgado mal y pedí perdón a Dios, puesto que ellos había robado y no a mi sino a Dios por causa mía al ser siervo del Señor y tener mi vida consagrada a él.
Las cosas no terminan hay el esposo fue preso y por una causa que ya estaba prescripta él había quedado libre de aquella situación, hacia ya un tiempo. Todo lo que gano lo gasto en la defensa poniendo abogados y estos no podían creer que por esa causa este estaba preso, pero no lograron ponerlo en libertad, la Sra. Evangélica enfermo y murió de una forma que llamo la atención, fue de un día para otro quedando los hijos solos a cargo de los hermanos mayores, y después de la abuela.
Aclaremos que la Sra. Evangélica  conocía de la palabra y sabia a que se atenía cuando ella hablo conmigo con respecto a trabajar como Dios manda, poniendo a él por delante.
 Dios es celoso de sus cosas, sino veamos que paso con Ananías y Safira
HECHOS DE LOS APOSTOLES 5:1-10 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.
Aquí en esta situación aconteció de cierta forma muy parecido él fue preso y ella murió. No toque lo que es de Dios él es muy celoso de sus cosas y de sus hijos, él los defenderá y estaremos protegidos, por el Juez justo.

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