¿Cuándo vendrá el Sr.? ¿Quien lo sabe?
Hoy en día mucho declaran, que vendrá hoy o mañana, el Sr. Jesús dijo: (Mateo 24.36) 36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Solo debemos concentrarnos en salvar nuestra alma día a día, en este mundo podrido y dejar que los falsos profetas sigan con sus falsas enseñanzas, predicando que hoy que mañana, pues su pago será el lago de fuego, si alguien lo sigue su destino esta sellado irán con el.
El Sr. Jesús nos previno de estas malas influencias en: (Mateo 24.) 4 Mirad que nadie os engañe.
5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
También nos exhorta a continuar con estas palabras: (Mateo 24) 13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Escuchemos las palabras de nuestros pastores y prestemos atención y no seamos gente que viene a pasar un rato agradable, porque hay quienes vienen porque se sienten bien en estas reuniones pero una ves que salen vuelven a percibir que siguen de la misma forma, seamos inteligentes piense que si se siente bien en las predicas y después sale y esta de la misma forma en que vino, ¿no será hora que deba cambiar? y darle una oportunidad a su oído y empezar a usar la FE y decidir que lo que pasa en las reuniones lo lleve dentro o sea cambiar de actitud.
Tenemos la Parábola del sembrador: (Mateo 13)
«Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron.
Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron.
Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron.
Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta.
El que tenga oídos, que oiga.»
Y acercándose los discípulos le dijeron: « ¿Por qué les hablas en parábolas?»
El les respondió: «Es que a vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.